Estoy tirada en mi cama pensando en la vida, sus razones y derivados.
Hace un poco más de dos meses, que mi novio terminó la relación conmigo y, probablemente fue lo mejor para los dos. No, no me hizo feliz, y lloré por más de dos semanas a todas horas, aún lloro a veces cuando le recuerdo.
Mis actitudes: ése fue el único factor que arruinó todo, tuve advertencias externas, y más que advertencias, peticiones de su parte; pero yo no quise cambiar. Probablemente fue lo mejor para los dos; no, no me hizo feliz.
Dolió como duelen 50 puñaladas sin morir aún, duele como cuando el invierno espera a la primavera sentado en un café, pero aquí estoy. Probablemente fue lo mejor para los dos. Pero estoy muerta, o al menos eso dicen por ahí. Dicen que mi corazón murió con él, y que ya no hay palabras para definirme, excepto, 'monstruo'. 
No sé nada de él desde hace casi el mismo tiempo que terminamos, porque él se limitó a borrarme de su vida mientras pudiera; vacaciones hasta Marzo, entonces, sólo entonces volveré a saber de él y dolerá, muchísimo, o al menos eso creo, pero dejaré las cosas en sus manos.
Si desea volver a entablar una amistad conmigo, yo estoy completamente abierta a la propuesta, luego veremos qué es lo que pasa.
Pero yo, definitivamente no daré 'el primer paso', pues ya intenté demasiado y lo único que logré fue sentirme peor de lo que estaba. 
Lo extraño, y lo necesito. Me arrepiento, pero los arrepentimientos no sirven de nada, sólo hieren, aunque de todas formas prefiero arrepentirme a herirme más de lo que hieren los arrepentimientos. Lo amo, y aún así a pesar de todo, no quiero que se acabe. 




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